7 noviembre 2009
Un ingenuo motorista, en su ánimo por mejorar la adherencia al asfalto de su máquina, decidió ir esparciendo chicles. El resultado: 85 euros de multa.
La noticia no es exactamente así, pero es real y aumenta nuestra preocupación sobre el (escaso) sentido común que parecen tener algunos agentes de la autoridad.