Uno de los temas recurrentes cuando uno habla de la moto es la facilidad para aparcarla, lo que se convierte en un poderoso argumento para su uso en una gran ciudad. Ya hemos hablado otras veces de esto.

Parece ser que Zaragoza se suma a la lista de ciudades donde aparcar la moto dejará de ser un ejercicio de incivismo y falta de respeto. Como en otras ciudades, se están creando zonas específicas para aparcar motos, a la par que se aumenta el control sobre las motos mal aparcadas. Sólo se sancionan los vehículos que estén manifiestamente mal estacionados y que estorben.

La capital aragonesa cuenta con unas 2.500 plazas para motos, con un parque estimado de ciclomotores y motocicletas de 45.000 vehículos. Una enorme diferencia que sigue obligando a muchos motoristas a  aparcar  sobre las aceras, una conducta que sí está permitida, siempre que no haya aparcamientos cerca y se cumplan una serie de normas.

En Madrid se siguen conductas parecidas, aunque con una gran permisividad. Cada vez se oyen más rumores que apuntan a un cambio en esta política. La crisis, que incita al Ayuntamiento a inventar nuevos modos de recaudar, y el aumento del parque de dos ruedas en Madrid, harán el resto.